El peligro de publicar contenido de nuestros niños en internet

Aunque cada vez es más frecuente compartir todo tipo de contenidos en redes sociales y sitios web, este hábito a menudo traspasa los parámetros de ocio o diversión y roza los del peligro. Muchas veces sin darnos cuenta revelamos información sensible como direcciones, sitios de trabajo, datos de familiares…

Todo padre orgulloso quieres presumir de sus hijos y mostrarle sus logros a cientos de contactos que pertenecen a su círculo en redes sociales. Pero ¿realmente es seguro subir fotos de nuestros hijos a la web? Desde Viral Comunicación queremos que estéis al tanto de todas las precauciones que debéis tomar a la hora de colgar imágenes en las redes de los más peques de la casa.

Haz de tus redes una fortaleza

Una de las formas en las que puedes tener unas redes seguras en las que poder compartir información solo con quien tu desees es configurando la privacidad de tus redes sociales. Usa los filtros de restricción para que no todos tus contactos puedan acceder a las fotografías. A veces no sirve solo con tener el perfil privado, hay que ser muy cuidadoso y autorizar el acceso de información solamente a aquellas personas en las que se tiene plena confianza.

Pero ¿esto lo he firmado yo?

Hay ocasiones en las que vemos una foto nuestra colgada en una página web y nos preguntamos en qué momento hemos autorizado a esa web para utilizar nuestra imagen. La respuesta está en leer la letra pequeña de todos los acuerdos que ‘firmamos’ en redes sociales ya que a veces estamos cediendo derechos de los que no somos conscientes. Una buena manera de evitar esto es ser precavido y leer todas las normas, condiciones de uso y autorizaciones automáticas a las que se está cediendo al utilizar las redes sociales.

‘Un día magnífico en…’

Un consejo para proteger a los niños es no etiquetar las fotos con la ubicación del lugar donde se han hecho ya que estamos revelando voluntariamente el sitio que suele frecuentar nuestro hijo y estamos poniendo en peligro su seguridad. Imagina que etiquetamos la foto y ponemos la ubicación de nuestro barrio, su colegio o un sitio reconocido que visite frecuentemente… ¡La seguridad ante todo!

Protege a tu pequeño, además, de que se haga fotos con tu teléfono móvil o con el de cualquier familiar, ya que no sabemos dónde acabarán esas fotografías. ¿Y si ese familiar decide compartirlas en un grupo de Whatsapp o Facebook? Las bromas de los niños se quedan dentro de casa, haz que tus recuerdos sean íntimos.

 ¿Es el GPS solo para el coche?

Aunque mucha gente no lo sabe, el GPS de los teléfonos móviles no solo sirve para visitar Google Maps y ayudar a los usuarios a orientarse cuando se encuentran perdidos en una ciudad nueva o buscan una calle a la que nunca han ido. Este sistema guarda nuestra localización en todo momento y deja un rastro en la web que, al colgar una foto, permite a los usuarios saber dónde estamos en todo momento. Te aconsejamos activarlo solo cuando lo vayas a utilizar y tener mucho cuidado de las fotos que tomas.

Existen cientos de casos en los que los pequeños se ven ‘agredidos’ por la difusión de cierto contenido en redes sociales. Un caso muy sonado ha sido el del niño que acudía a pasar una agradable mañana y disfrutar de actividades como la tirolina y se vio involucrado en una broma de mal gusto entre sus padres y el monitor de dicha actividad. Hay veces en las que los adultos no se paran a pensar dónde acabarán las imágenes y comparten vídeos de contenido poco adecuado de sus hijos y los niños se ven afectados gravemente más tarde. ¡Quien sabe cuántos compañeros del pequeño han podido ver el vídeo y echarse unas risas a su costa o si tal vez, más tarde, pueda generar algún tipo de acoso entre el resto de niños!

Es cierto que existen un sinfín de vídeos virales en los que los chiquitines son los protagonistas como el famoso vídeo del ministro británico en el que aparecía su hija bailando en medio de una conferencia.

De lo que sí estamos seguros en Viral Comunicación es que es muy importante comprobar lo que subimos a las redes sociales, sobre todo, si no se trata de nosotros mismos y muy especialmente si se trata de menores.

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